Habiendo reportado buenas capturas con los Realis Jerkbait 100 y 120 en los flats, solo esperaba el cese de las lluvias para probarlos en la playa y aunque el día nunca se vistió de color, a media tarde, decidí asomarme al mar. Comencé lanzando un Spearhead 80S con una caña de 7 pies, para que los insaciables lady fish dieran inicio a la fiesta y buscando alejarme de la orilla (y de los “ladys”) cambié a un Jerkbait 100SP.
Por varias razones me confieso un fanático enamorado de los señuelos suspending. La primera razón es que al posicionarse dentro del cuerpo de agua, nos permite mantenerlos sumergidos mucho tiempo, incluso, para que la corriente los mueva a distintos puntos antes de iniciar los recobros. Por quedarse suspendidos en la zona de luz, no lograrán pasar desapercibidos para el depredador de media agua, mientras que la silueta recortada contra la superficie va a servir para que los depredadores aletargados en el fondo, puedan ubicarlos con mucha facilidad. A su vez, es un lure que por tener un riesgo mínimo de enganche en el fondo, se trabaja con más confianza admitiendo algunos riesgos de manejo, incluso en aguas bajas.
La serie Realis es una serie que se diseñó para agua dulce. Ello hace que este señuelo que se comporta como un sinking en ese escenario, en agua salada lo haga con una acción low floating que lo sitúa tan pegado al espejo de agua que llega a exponer su lomo trasero en la superficie, quedando el lure con la cabeza, inclinada hacia abajo. Esta posición ayuda para que con el mínimo movimiento de la caña, el “jerk”se sumerja en un ángulo de 30-35 grados, con mucha facilidad.
Al cuarto lance sentí un tironcito suave y seco. Mi línea y mi ánimo se destensaron y cuando revisé el corte limpio del leader de 30 lbs no tuve dudas: muy cerca, alguna barracuda o una buena makarela se pavoneaba con un hermoso percing importado desde Japón.
La tarde se iba cerrando y la luz se volvía intermitente. Cambié a mi consentida de 9,6 pies y en lo que colocaba un Jerkbait 120 “Ivory Halo”, un ataque cercano y muy voráz hizo saltar algunas sardinas por el aire… Apenas mi lure tocó el agua la vara se dobló ¿Barracuda de nuevo? No, porque se trataba de varios depredadores y las “barracas” por lo general andan solas. Las colas amarillas delataron una escuela de al menos 10-12 jureles que se acercaban una y otra vez. Tuve tiempo para sacar 4 y pelearlos como Dios manda.
En lo que liberaba el tercer jurel en la orilla, el comedero desapareció y decidí cambiar a mis queridos Beach Walker Axion95 y buscar más alcance. Debo admitir que cuando lograba cargar muy bien la caña, podía castear entre 70-80 metros sin mucho esfuerzo y para mi sorpresa 2 jureles más le daban color a una tarde que por momentos, parecía una imagen en blanco y negro.
Balance: 6 capturas sin contar los lady fish y 1 señuelo caído en combate.
Lures: Realis Jerkbait 120SP y Beach Walker Axion 95.
Caña St. Croix Carp 9,6′ / 8-25 lb /? – 3 oz Carrete: Spheros 4500 con braid 20 lbs
Caña St. Croix Premier 7′ / 10-20 lb / -1 oz Carrete: Air 3000 con braid 20 lbs
Rolando Cordoba